Este libro, por las circusntancias en que lo leí, hace ya un tiempo, casi del tirón, llorando a mares, me llega muy dentro.
Ahora lo estoy releyendo para hablar con mis alumnos de él. Además, se lo regalé a Bienve en el último intercambio en que he participado y a su vez ella me lo regaló a mí. Y ha vuelto a tocarme tanto que me ha dejado tocada.
Aun así, le dije a mi Moneypenny que os hablaría de él, y allá voy.
Ahora lo estoy releyendo para hablar con mis alumnos de él. Además, se lo regalé a Bienve en el último intercambio en que he participado y a su vez ella me lo regaló a mí. Y ha vuelto a tocarme tanto que me ha dejado tocada.
Aun así, le dije a mi Moneypenny que os hablaría de él, y allá voy.
Mis alumnos de primero de bachillerato lo están leyendo. Vaya libros más raros que nos mandas, profe. Despues de Seda, Contra el viento del Norte. ¿Entenderán algo cuando el viernes en el examen les pregunte que significa el viento del norte? Me temo que no. Quizá no tengan suficiente madurez para entender este libro. Aunque no tiene realmente mucho que entender...
¿De qué trata este libro?
De amor.
De amor y cartas.
Cartas de amor.
Y de ese viento del norte que no te deja dormir. Que no, no es una molestra brisa, es un viento, a veces incluso un vendaval.
De escribir, escribir como si te fuera la vida en ello. Porque te va la vida en ello.
Dos personas, dos desconocidos, Leo y Emmi, por casualidad, comienzan a intercambiar correos electrónicos.
Y puede que se enamoren a distancia, sin conocer al otro más que a través de lo que dice.
¿Qué es más importante, el aspecto de una persona, o su interior?
¿Podemos realmente conocer cómo es alguien a través de lo que él o ella nos cuenta?
¿Fingimos lo que somos o somos lo que fingimos ser?
¿Puede funcionar una relación con alguien a quien no conoces, pero tal vez conoces mejor que nadie?
¿Deberían conocerse, desvirtualizarse, o mejor dejar las cosas como están para evitar decepciones?
Y ahora algunos fragmentos del libro.
Leo a Emmi: "¿Has notado que no sabemos absolutamente nada el uno del otro? Creamos personajes virtuales, confeccionamos irreales retratos robot el uno del otro".
Leo a Emmi: Escríbeme, Emmi. Escribir es como besar, pero sin labios. Escribir es besar con la mente".
Emmi a Leo: " No sé si eres como el que escribe, pero con que fueras sólo una parte de él, ya serías muy especial".
Leo a Emmi: "Está bien que de vez en cuando sea yo tu hogar".
Leo a Emmi: "Nosotros partimos de la línea de llegada, y sólo se puede seguir una dirección: hacia atrás".
Emmi a Leo: " Cuando juntos no funciona y separados tampoco, sólo hay una alternativa: ¡cambiar!".
Esta vez, en contra de mi costumbre, creo que os he contado demasiado. Aun así, hay que leerlo.