domingo, 8 de octubre de 2017

Esta semana 37

Esta semana en casa todas las rutinas ya estaban en marcha. Y más o menos han funcionado. A pesar de que hemos estado de fiestas en mi ciudad y los chicos un día sin clase.




Esta semana en el instituto ya han empezado a funcionar la cafetería y la cocina pedagógicas y es algo que me encanta. Por si alguno no lo sabéis, porque no sé si lo he contado por aquí, tenemos alumnos de Formación profesional básica de cocina y por eso tienen abierta una cocina para aprender a manejarse en ella y una cafetería para lo mismo. La cafetería abre en los recreos, y los chavales aprenden el trabajo de camarero usándonos a los profesores como clientes. La cocina ofrece un menú completo un par de veces a la semana, y a veces alguna preparación o postre, para que los chicos aprendan cómo se realiza el trabajo diario en una cocina de cualquier restaurante. Los profesores pagamos por los platos que nos llevamos a casa y de esta forma se autofinancia para poder seguir cocinando y practicando.

Esta semana he empezado con el yoga y el zumba. Y no ha sido tan terrible como me imaginaba. Pensaba que el fin de semana estaría arrastrándome por casa, pero no. Ya os contaré algo más del yoga cuando lleve una temporadita con ello.




Esta semana me he dado cuenta que llevo trabajado, y creo que aprendido, con mis alumnos lo que el curso pasado tenía a finales de octubre. Tres semanas de adelanto sobre lo que hicimos el curso pasado, lo cual es una burrada. Eso es algo que muestra que no es que yo exagerara, sino que mis alumnos de tercero del año pasado eran lo que eran.

Esta semana he tenido dos eventos fuera de lo normal: comida de recibimiento del curso y de los compañeros nuevos en el instituto, y comida con mis compis del antiguo centro, ayer mismo, en León. Con los primeros trabajo a diario y no era algo que me apeteciera un montón quedarme a comer, pero hay que apuntarse a todas estas cosas. Con los segundos tenía unas ganas inmensas de quedar, que la última vez fue, creo recordar, en abril o por ahí. Y no puede ser. Me encanta seguir la relación con compañeros que un día se convirtieron en amigos, a pesar de las distancias y dificultades.



Esta semana, en fin, y ahora mirando el repaso de domingo, no ha estado nada mal, aunque si tengo que decir algo negativo, confesaré que desde que el otro día me apunté al reto de un mes de comida real, he comido bastante anárquicamente. Contradicciones de la vida.

4 comentarios:

  1. La vida son contradicciones todo el rato :-)
    bsss

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  2. De yogui a yogui: muy buena semana ;)

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  3. ¡Pues si que te cunde moza! Por aquí cada miembro de la familia a su ritmo; la que peor lo lleva soy yo, porque por ahora el niño no puede cenar con nosotros y lo echo muchísimo de menos. A ver qué tal empieza la nueva semana.

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  4. basta empezar un reto para que la vida se empeñe en llevarnos por otro lado! no te agobies! :***

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