viernes, 30 de junio de 2017

Nervios de madre

Llevo unos días absolutamente atacada de los nervios.




Ya, ya sé lo que me vais a decir, que llevo una temporada en que estoy nerviosa, o cabreada, o cansada, y si me lo decís tendréis razón. No lo niego. Pero tiene su explicación: mi hijo mayor se va a pasar unas semanas de viaje de estudios, y es la primera vez, así que estoy muy muy nerviosa.




Estamos en nuestra cuenta atrás, pero ya de horas, no de días; se va mañana por la tarde. Y lo bueno es que él no está nervioso. Y otra cosa buena es que está deseando ir.

Pero lo que es su madre... su madre está muy nerviosa, y no sé cómo va a pasar estos días con él fuera. Supongo que uno se acostumbra a todo, pero no me gusta la idea de no verlo en tantos días.



En fin, que el pajarito empieza a abandonar el nido, que está pensando en viajar, en conocer mundo y en ampliar horizontes, que le apetece ir y venir, hacer algún intercambio y ya está pensando en marcharse el verano que viene a trabajar a Estados Unidos.


Solo espero que esta experiencia le vaya bien y no se le quiten las ganas.

Ah, me olvidaba, creo que ya os lo he dicho. Se va a estudiar inglés a la isla de Jersey.

Y otra cosa: es mi último día antes de las vacaciones. Por fin.


jueves, 29 de junio de 2017

He visto 31. Sense 8

Ya os había hablado alguna vez de esta serie, porque el año pasado por estas fechas vimos la primera temporada, que me encantó, y en la que conocimos a los ocho personajes que protagonizan la historia, y nos enamoramos de ellos.



En estos días hemos terminado la segunda temporada de Sense 8. Y me ha dejado un sabor agridulce.



Me ha gustado, me sigue pareciendo una serie muy original y bien hecha, a pesar de que la critican por su estética de videoclip, que a mí me gusta.



Pero no han finalizado la historia y Netflix anunció que la cancela. Me deja bastante alucinada esto, porque, aunque sé que ocurre con cierta frecuencia, no recuerdo que nunca me pasara con una serie que me gusta, y menos con una que me gusta tanto como esta.



Me da mucha pena saber que no volveremos a ver a los personajes, y que la historia ha quedado sin acabar, que no le han dado siquiera un par de capítulos, un final digno. No sé, serán cosas mías.


El caso es que, a pesar de la cancelación, es una serie que sigo recomendando mucho.


miércoles, 28 de junio de 2017

Rebajas

Este año tengo ansia viva de rebajas.

Sí, no sé por qué, ya que hace años que tengo comprobado que no merece mucho la pena esperar, y , teniendo en cuenta que mis tiendas de cabecera son de esas que llaman de "moda rápida", en las que cuando ves algo tienes que comprarlo porque probablemente en unos días ya  no lo encuentres, siempre me compro lo que me apetece cuando lo veo, sin preocuparme demasiado de esperar a las rebajas.

Pero este año en las últimas semanas me lo habría comprado todo, y me he ido diciendo a mí misma: "espera a las rebajas, mujer, que queda poco".

Así que tengo ganas de muchas cosas.

Os enseño algunas de ellas, de Zara, que me hacen ojitos.


Esta sudadera colorida.


La blusa de lino.


Este vestido tan normal.


Los pantalones cortos (hace años que no llevo unos, pero no sé quién será la que me ha creado la necesidad).


Esta sudadera que me mira desde hace tiempo, pero que es demasiado cara.


O este bolsito.

Ya os he contado algunos de mis caprichos. En un par de días os digo cuáles de estas cosas encuentro rebajadas. Yo no apostaría por ninguna.

martes, 27 de junio de 2017

Análisis final del curso

Ya os he dicho varias veces que este curso no ha sido bueno. Aunque sí ha tenido sus cosas buenas. Al menos espero saberlas ver.



No, no ha sido bueno, y el resultado final de mis alumnos ha sido bastante descorazonados.

Finalmente, en mi tutoría, seis alumnos van a pasar ya seguro a cuarto de la ESO; tres de ellos con todo aprobado, uno con una asignatura suspensa y otros dos con dos.




De los cuatro que quedan, dos van a formación profesional básica, aunque sin muchas esperanzas de que lo saquen ni siquiera por ese camino. Otro tiene tres suspensos, pero hizo el examen de acceso a ciclos de grado medio y lo aprobó, así que tiene resuelto el curso próximo. Y el otro es una verdadera incógnita. Sé que no va a sacar la ESO, le he aconsejado hacer una formación Básica, pero insiste en que no, y además sus padres no se han querido entrevistar conmigo en todo el curso, así que no he podido decirles lo que opino y mi decisión, la nuestra, la de los profesores, a la hora de proponerle qué hacer el curso que viene.




Desde mi departamento y desde varios compañeros me piden que el curso que viene imparta clase a ese grupo de cuarto de la ESO en el que van a estar mis seis alumnos, para que haya seguimiento, para que les eche una mano y para que tengan una oportunidad mayor para sacar el título.

Lo del título lo veo muy difícil. Ha sido complicado trabajar con ellos en grupo pequeño, animándoles a cada instante y con un programa especial para ellos. En un grupo más grande se van a perder salvo que se esfuercen, cosa que veo poco probable.



Y lo de darles clase el próximo año me parece un castigo como otro cualquiera, no sé si para ellos pero sí para mí. Solo de pensarlo ya me pongo mala. Pero si me lo dicen un par de veces sé que aceptaré, por todo aquello de la responsabilidad, y de seguir luchando por ellos un poco más, porque, como dice mi orientadora, si no lo haces tú, no lo va a hacer nadie.



En cuanto a mis otros grupos, los resultados son mucho mejores. Los chicos de segundo de PMAR eran cinco y de ellos tres pasan bien, uno quizá en septiembre y otro se va a una Formación básica. Y de segundo de la ESO aprueban la mayoría, y conmigo muchos, casi todos, excepto dos alumnos imposibles, uno por el idioma y otro porque no ha querido hacer nada, y uno más que espero que apruebe en septiembre.

Repasando lo escrito me parece que ha estado mejor de lo que me parece. Los grupos eran complicados, pero uno siempre se queda con la sensación de no haber hecho todo lo que podía.


lunes, 26 de junio de 2017

Viento del este, viento del oeste

No entiendo por qué no había leído antes este clásico de la literatura.



Título: Viento del este, viento del oeste.
Autora: Pearl S. Buck.
Editorial: Plaza&Janés.

La escritora estadounidense Peal S. Buck fue nada menos que ganadora de un premio Nobel de literatura. Pasó la mayor parte de su vida en China y era gran conocedora de la cultura y costumbres de ese país. Por eso su retrato de esa sociedad no es el relato extrañado de un extranjero, sino el comprensivo de una persona perteneciente, o casi, a esa cultura.

Me ha encantado el libro, que te lleva de la mano de su protagonista y narradora por los entresijos de la vida cotidiana en la China de los años veinte. Lo interesante es el choque de culturas que se produce entre los jóvenes chinos que han ido a estudiar al extranjero y las antiquísimas costumbres de su tierra a su regreso.




La narración es muy ágil y en ella la protagonista nos cuenta cómo, por ejemplo, ha vendado sus pies desde pequeña para que no le crezcan, de acuerdo con los cánones de belleza de su tierra, y lo feos que le parecen los enormes pies de las extranjeras. Las mismas extranjeras le parecen terriblemente feas, porque nunca ha conocido a nadie de otra raza que no sea la suya.

Así, vamos viendo ese choque entre la mentalidad tradicional china y los nuevos tiempos que empiezan a asomar, entre las costumbres antiquísimas de sus antepasados, inamovibles por siglos, y las influencias occidentales.

Ha sido otra de las lecturas en las que he acertado plenamente, y van unas cuantas seguidas, algo que ya tocaba después de una sequía bastante importante.

domingo, 25 de junio de 2017

Esta semana 24

Esta semana ha resultado ser más dura aún de lo que esperaba. Con mucho calor, los alumnos cansados, los profesores cansados, y miles de cosas que hacer.



Esta semana he despedido el curso. Ya sé que el curso termina en septiembre, y que aún me queda evaluar y entregar notas, pero ya no tengo más clases, así que para mí el curso ha acabado. Y tenía muchas ganas. Ya lo he dicho muchas veces por aquí así que no tengo que repetirlo.

Esta semana también hemos tenido la graduación de 4º de la ESO del mayor, algo que tampoco me apetecía nada y que ha resultado como esperaba.



Esta semana, mis chicos también se han despedido de sus clases, algo que ansiaba aún más que terminar con las mías, porque el pequeño siempre llega con la lengua fuera, y el mayor también ya estaba a otras, cosas.

Esta semana han empezado las fiestas de León, y ha habido muchas cosas (aunque oficialmente empezaban ayer, noche de San Juan, llevamos más de una semana celebrándolo), con lo que el mayor ha salido más de lo normal, hemos ido a buscarlo todas las noches, ha habido que estar pendiente de él y algunos amigos para repartir por sus casas, y las horas de sueño se han resentido.



Esta semana hemos empezado plenamente la temporada de piscina y no hemos fallado, algo que también cansa si al día siguiente tienes que madrugar.

Esta semana ha sido, en definitiva, terriblemente larga.

¿Qué tal vosotros?

sábado, 24 de junio de 2017

He visto y leído 30. El cuento de la criada

Ya os hablé de que había empezado esta serie y que pronto me había puesto con el libro. Y tengo que deciros que me han gustado las dos cosas. Mucho. pero de forma distinta.

El libro:



El cuento de la criada es un cuento, pero un cuento terrible, una distopía en la que la raza humana camina hacia la extinción y la mejor idea que se les ocurre para solucionarlo te dejará con los pelos de punta.



El personaje principal está lleno de contradicciones, y eso es lo interesante de él. A veces parece entender hasta cierto punto las ideas de esa nueva sociedad y en otras ocasiones le repugnan. Me gusta porque creo que podemos sentirnos identificadas con ella, con sus dudas, con sus actos...




No es una novela de grandes acciones, ni mucho menos. Se basa en los pensamientos de la protagonista, y a veces, como son recuerdos, no está muy segura de si sucedió así o no. Eso también me ha gustado, porque le da mayor verosimilitud a la historia.




La estética del cuento me parece maravillosa. Y en eso se parecen mucho la novela y la serie, en un aura de irrealidad que viene dado por la vestimenta de los protagonistas y por los escenarios en que suceden las tramas.


La serie:




La serie se ventila el libro en tres o cuatro capítulos, y es más intensa, pasan muchas más cosas, los personajes son más de serie y menos de libro.




Los personajes secundarios tienen más protagonismo, y la trama es más elaborada, hasta el punto que el libro cierra la historia y la serie pretende, creo, tener una segunda temporada.




Todo esto que os cuento no hace que la serie sea peor que el libro, ni mucho menos. Es diferente. Una serie muy buena, pero distinta al libro que la inspiró.  Y aún así totalmente consecuente con el espíritu del mismo. La serie, por ser televisión, es mucho más efectiva, mucho más aterradora. Porque el libro no es más que un cuento pero uno llega a plantearse si algo de esto podría ser verdad, y te reafirma, al menos a mí, en la idea de la necesidad, absoluta necesidad del feminismo, aunque algunos pretendan hacernos creer lo contrario.

Os recomiendo mucho las dos cosas. Mucho.

viernes, 23 de junio de 2017

La noche de San Juan

Esta noche, más que nunca, necesito quemar lo antiguo, olvidar muchas cosas, empezar de nuevo en muchos aspectos.



Tengo un día horrible que finaliza una semana terrible de un mes espantoso que es al final de un curso malo, muy malo. Pero que no viene solo, porque creo que los últimos dos o tres no han sido del todo buenos, por decirlo alegremente.



El caso es que necesito más que nunca confiar en que podemos empezar de nuevo. Hoy purificamos y nos damos la oportunidad de un nuevo inicio, de que todo esté por estrenar.



Todos en esta casa cerramos etapas y necesito que las cerremos de verdad. Quiero que todo lo malo quede atrás y que a partir de mañana mis pasos, nuestros pasos, los de todos, nos lleven donde queremos estar.



Por eso esta noche iré a la hoguera y confiaré en que un nuevo comienzo siempre es posible.


jueves, 22 de junio de 2017

No tengo miedo de Niccolo Ammaniti

Estoy en uno de esos periodos en que quieres leerlo todo y no encuentras tiempo suficiente para la cantidad de libros que te gustaría leer a la vez. Después de cierta sequía y aburrimiento lectores, necesitaba un impulso de este tipo, con libros que me han gustado mucho y recomendaciones acertadas.

Dos días me ha durado este libro. Es cierto que han sido dos días de fin de semana y de piscina, el estado ideal para leer mucho. Pero también es cierto que es un libro breve.



Título: No tengo miedo.
Autor: Niccolò Ammaniti.
Editorial: Anagrama.

Tengo desde hace años un libro de este autor y nunca me he decidido a leerlo, pero esto va a tener remedio en breve.

El protagonista de esta historia es un niño, Michele, que vive en un pequeño pueblo (ni siquiera es un pueblo, son cuatro casas) durante un verano de calor sofocante. En esos días, el niño hará un descubrimiento que lo cambiará todo.

Como os digo, me ha encantando este libro, sencillo, breve, emotivo, porque está contado desde el punto de vista del niño, en su total inocencia, y a la vez vemos el mundo de los mayores desde sus ojos.

Ya tenéis una recomendación para el verano. Y pronto llegarán más, porque en estos días he leído alguna cosa más, y últimamente mis lecturas están resultando grandes aciertos.

miércoles, 21 de junio de 2017

Verano

No es exactamente mi estación favorita, porque no llevo demasiado bien el calor (sobre todo un calor como el de estos días, que nos derretimos) pero este curso, precisamente este año, estaba deseando que llegase este día.



Porque significa que me quedan un par de días con alumnos, y luego ir a trabajar será más relajado.




Y porque a mis hijos apenas les quedan días de clase, y las vacaciones son más que necesarias para ellos a estas alturas.




Así que ahora mismo solo puedo pensar en planes de verano: en días y días de piscina, en barbacoas, en escapadas a la playa (sí, también pienso en la playa, aunque pueda parecer mentira), en noches de paseos al fresco,  en tiempo dedicado a mis hijos, en horas y horas para mí,...



Y también pienso en mi ansiada cuenta atrás, que hoy ya es casi insignificante.




Contadme cómo se presenta vuestro verano.

martes, 20 de junio de 2017

Papeleos

Algunos de los que pasáis por aquí estáis de alguna forma relacionados con el mundo de la enseñanza: sois profes, tenéis parejas que lo son, tenéis hijos en edad escolar... Y otros no tenéis nada que ver con esta historia, pero os gusta leer mis anécdotas y mis quejas sobre la profesión, desde dentro, y también desde fuera como madre.




En los últimos años, a los profesores se nos han ido multiplicando las tareas que no tienen que ver con lo pedagógico y sí con lo burocrático. Cada vez tenemos que hacer y rellenar más papeles, cada curso dedicamos más tiempo a cuestiones administrativas que no guardan relación con el trabajo del aula, y si la tienen es de forma muy lejana.

Este año tengo pocos alumnos, así que no voy a quejarme, pero de cada uno de ellos tengo que hacer papeles y más papeles, personalizados, de todo lo que se ha trabajado durante el curso, de las competencias alcanzadas, de las posibilidades que el alumno tiene para el curso que viene...




A eso este año se han sumado los estándares de aprendizaje, algo que en teoría me parece positivo, pero que en la práctica ha resultado ser más trabajo y más burocracia añadida a la que ya teníamos.

Por ejemplo, imaginad un estándar de aprendizaje como:

"Pronuncia correctamente, vocalizando y con claridad"




Sí, no me lo invento, existe. Tengo que darle una nota del uno al diez, tengo que hacer media con el resto de estándares. A este lo considero básico, así que los básicos van por un lado, los no básicos van por otro, y luego hay que hacer la media entre unos y otros también. Y tenemos, no voy a decir cientos pero sí decenas de estándares como ese, muchos de ellos difícilmente evaluables, tipo:

"Disfruta de la literatura como fuente de placer estético"

Puntúa eso, si puedes.




El final de curso se presenta así.

lunes, 19 de junio de 2017

Érase una vez la volátil

En la feria del libro de Madrid tuvimos la suerte de que Agustina Guerrero nos firmara este libro, que se vino a casa para hacer compañía a Nina, diario de una adolescente y a Diario de una volátil.




Título: Érase una vez la volátil.
Autora: Agustina Guerrero.
Editorial: Lumen.

Me encanta el humor de Agustina Guerrero, un humor sin complejos ni tabúes, que me parece muy cercano a mí, y supongo que eso nos pasa a mucha gente. De ahí su éxito.

Diario de una volátil me encantó, lo he prestado, lo he regalado y siempre ha sido un éxito. Este volumen, que es la génesis de la Volátil, no me ha gustado tanto. Sigue estando ahí la esencia de la protagonista, pero es más flojo.

Y luego me sucede algo con este tipo de libros ilustrados, de viñetas y demás: se me hacen demasiado cortos. Me duran media hora y me da mucha pena que se acaben enseguida. Es verdad que son libros para releer y hojear siempre que quieras, pero siguen sabiéndome a poco. Y ha sido el caso de este libro.


domingo, 18 de junio de 2017

Esta semana 23

Esta semana he tenido dos días de fiesta, el lunes y el martes, pero aún así ha sido intensa.

Esta semana he visitado mi antiguo centro, aprovechando la fiesta, y he visto a compañeros y alumnos. Me ha dado un poquito de envidia por el ambiente que yo allí tenía, pero también he vuelto con la sensación de que hice bien en marcharme.




Esta semana he tenido la graduación de mi peque. Algo que no quería, que me parecía un rollo asistir y que despertaba en mí más rechazo que cualquier otra cosa. Y que resultó de la peor manera, con el niño muy nervioso y la madre más. Todo se pega, supongo. El caso es que ahora que ha pasado siento que me he quitado un enorme peso de encima.




Esta semana hemos tenido también los exámenes finales del conservatorio. Primer curso completo allí y todo ha ido mucho mejor de lo que yo esperaba. El niño está contento y deseando seguir con ello, así que no hay nada que decir.

Esta semana nos han abierto la piscina, ayer mismo, y hemos aprovechado para hacer la primera barbacoa de la temporada. Una temporada que estará llena de chapuzones y amigos. O eso espero.




Esta semana he terminado con todos mis exámenes y correcciones, aunque me quedan aún un par de recuperaciones de última hora, pero me siento mucho más ligera con la mayor parte de las notas puestas y meditadas.

Esta semana era la penúltima con alumnos. Ahora mi cuenta atrás tiene muy pocos números. Me parece mentira que mañana sea lunes, con este calor, la piscina ya en marcha y las pocas ganas que tengo de trabajar, pero será mi último lunes de este curso, así que empezamos a despedirnos...




Contadme vuestra semana, anda...