jueves, 30 de junio de 2016

Sucedió en junio

Junio ha dado mucho de sí. Tanto que no sé ni por dónde empezar.



En mi trabajo, las cosas fueron muy bien, pero tuve mucho, muchísimo trabajo. Nos dieron un certificado por el trabajo realizado, preparamos a los alumnos para un concurso de lectura, terminamos un montón de cosas que teníamos a medias, hicimos las exposiciones orales del trimestre y las recuperaciones finales. Y también ha habido despedidas, muchas despedidas, porque a la mayoría de mis alumnos no voy a volverles a ver, al menos en el aula.

En casa, ha sido un mes muy largo y duro: el peque se presentaba a su examen del conservatorio de música y hemos estado muy ocupados y un poquito estrenados con el tema.

Por lo demás, he tenido poco tiempo para hacer nada.

He visto algunas películas, por llevar al niño al cine y despejar un poco. Os hablé de algunas aquí, aunque no todas son de este mes.



He seguido y terminado la sexta temporada de Juego de tronos, por supuesto, y aún la estoy asimilando para hablar de ella.




Y de lectura, no he conseguido recuperar ritmo, porque no he tenido apenas tiempo y mi capacidad de concentración ha sido muy baja. Aún así, estos últimos días ya de piscina he recuperado un poco las ganas y he leído algo más. En este mes:

Te dejé ir.

Terminé por fin Un juego de niños, de Donna Tartt.

La segunda parte de Las dos amigas: Un mal nombre.

Esto es agua de David Foster Wallace.



En cuanto a la cocina, os diré lo mismo que el mes pasado: el caso es que he cocinado mucho, y muy variado, porque sigo con la dieta (un poco más relajada, pero sigo) y hay que echarle imaginación, pero solo he publicado una receta.



Eso va a cambiar este verano, pues tengo intención de cocinar más, más variado y también de enseñar a cocinar a mis hijos, que falta les hace.

No sé si lo he dicho, pero hoy empiezan mis vacaciones.

miércoles, 29 de junio de 2016

El estado de la cuestión

La cuestión no es la política, ni ningún tema sesudo que os pueda venir a la mente. La cuestión es mi dieta.



Este mes he seguido con la dieta que estaba realizando los dos meses anteriores, pero con una particularidad: me lo he saltado cuando me ha parecido, es decir, bastante a menudo.

Y es que empezamos el mes con mi cumple, y era una ocasión estupenda para darme un capricho.

Seguimos con la graduación de mis alumnos y la cena correspondiente.

Inauguramos la piscina, con su paella.



Y hoy, precisamente hoy, despedimos a una compañera que se jubila, también con una comida.

Así que he seguido con el mismo tipo de alimentación pero, eso sí, saltándomelo de vez en cuando.

Aún así, los resultados no han estado nada mal.

He perdido un poco más, apenas un kilo, pero visto lo visto me conformaba con haberme mantenido.




Ahora hemos inaugurado la temporada de barbacoas y demás saraos, y la cosa se suele complicar para mí durante las vacaciones, pero creo que este estilo de dieta me va, me resulta fácil de seguir, y me doy un capricho de vez en cuando. Si no bajo, pues no pasa nada, mientras no suba lo que tanto me ha costado perder...

martes, 28 de junio de 2016

Un mal nombre, de Elena Ferrante

En estos días he estado leyendo la segunda parte de la saga Las dos amigas de Elena Ferrante. Ya os hablé aquí de la primera novela.



Título: Un mal nombre.
Autora: Elena Ferrante.
Editorial: Lumen.

He vuelto a Nápoles, he vuelto a pasar el rato con Elena y con Lila, las dos amigas, las protagonistas de esta historia que también nos lleva de la mano por la Italia del momento, por el barrio natal de las protagonistas, por otros lugares como Ischia y la costa amalfitana. También he estado en Pisa.


Y ha sido genial. Tanto, que voy a volver en los próximos días, con el tercer volumen.

lunes, 27 de junio de 2016

Dormir

Solo me apetece estar en la cama.



Este fin de semana he descansado un montón, he dormido bien, sin valerianas, ni tilas, ni dormidinas ni na de na. Pero sigo cansada.



Supongo que una aguanta mientras tiene que hacerlo y ahora, cuando llega la calma, mi cuerpo se ha rendido.



No quiero más que quedarme todo el día en la cama, leer allí, dormitar, consultar internet y no moverme de mi camita en varios días.



Pero, ya sabéis, no puede ser. La realidad manda.


De momento, ahora mismo me voy a trabajar. Y esta tarde toca piscina con los niños, que no es que no me apetezca, pero...


domingo, 26 de junio de 2016

Te dejé ir

Una de mis últimas lecturas ha sido Te dejé ir.


Título: Te dejé ir.
Autora: Clare Mckintosh.
Editorial: DeBolsillo.

Ya os puedo decir que me ha gustado mucho y me ha tenido enganchada durante varios días.

La historia es bastante sencilla, al menos al comienzo. Un accidente y sus consecuencias. Pero hay un giro argumental (del que, por otra parte, todo el mundo habla) que no te esperas en ningún momento. Al menos yo, no. Y que le da un sentido al libro que no sospechabas. Además, los personajes, todos los personajes, están muy bien trazados. Los conocemos de diferentes maneras, pero sabemos sus motivos, sabemos qué les mueve. Y me ha gustado que ninguno es perfecto, ni hay buenos y malos, al menos al principio.

Se trata de un thriller, una historia de misterio en torno a un caso policial, a través del cual vamos conociendo el sistema de investigación y los recovecos de la policía inglesa. No en vano esta novela es la primera que escribe su autora, Clare Mckintosh, ex-policía.

Se alternan por capítulos los puntos de vista de una de las protagonistas, en primera persona, y de los policías que investigan, en tercera persona. Y eso te da una visión muy amplia de una historia que estás deseando terminar pero no quieres que acabe.

Muy recomendable para este veranito.

Por cierto, estoy deseando leer algo más de esta escritora, que, según parece, va a publicar en breve su segunda novela, para ver si sigue en la línea de Te dejé ir.

sábado, 25 de junio de 2016

La calma

He estado muy nerviosa estos días.

Supongo que el final de curso, que siempre me agota, este año ha sido peor que otros, por las despedidas, por el examen del niño...



Ayer teníamos jornada dedicada a reclamaciones, y burocracia. Estuve haciendo papeles y más papeles y vinieron a verme dos alumnos para llevarme fuera a tomar un café. Cuando volví, nos habían convocado a una reunión urgente por una reclamación e una alumna de mi tutoría. Todo bueno, pero empecé a ponerme nerviosa, el ambiente estaba cargado, hacía calor y amenazaba tormenta, y estuve el resto de la mañana mareada y con un fuerte dolor de cabeza.



En el viaje de vuelta me dormí profundamente, y al llegar a casa noté que ya estaba relajada. No estoy de vacaciones pero casi, ya no tengo más papeleo que hacer (bueno, casi también) y solo me quedan cuatro días de la semana que viene de trabajo para tomarme unas merecidas vacaciones (sí, me lo digo yo todo, pero este año me merezco unas vacaciones más que nunca).



Hoy he decidido instalarme en la calma. Ir ahora al mercado a comprar las verduras para la semana, ponerme por fin a hinchar las ruedas de las bicicletas para salir con mi peque, descansar, comer bien, pasear...

viernes, 24 de junio de 2016

Vacaciones de alumnos

Ayer en mi instituto dimos las notas. Y por tanto hoy vamos a trabajar sin alumnos. Salvo que vengan todos a reclamar, que no creo...

Estos días de junio son raros, porque el horario se relaja un poco, y a veces, cuando todo el papeleo y la burocracia que tenemos que hacer va terminando, tenemos un rato para tomar un café con ese compañero con el que no hemos coincidido ni una hora en todo el curso.



Para mí este año es más raro aún, porque he pasado dos semanas de fiesta en fiesta, de despedida en despedida. Lo último, estos días, ha sido un vídeo precioso en el que han participado muchos de mis compañeros y gran parte de los alumnos que he tenido este curso y en cursos anteriores, deseándome suerte y dándome las gracias por el tiempo que hemos pasado juntos. Lo tengo guardado ya como un tesoro en mi corazón.

Han seguido llegando regalos, de alumnos, de padres. Nunca había tenido tantas muestras de cariño.



Y ha habido llantos. Aguanté sin llorar hasta el martes, pero el martes me enseñaron el vídeo, y los chicos vinieron a despedirme. Alguno empezó a llorar y aquello pronto se convirtió en un virus contagioso.



Y ayer pasé el peor trago. Mis alumnos fueron pasando con sus padres a por las notas y abrazándome y deseándome suerte. Así que me puse muy blandita. Además, uno de ellos, uno de esos enchufados que siempre tengo, de esos que necesitan apoyo y cariño, vino a tomar algo conmigo y empezó a llorar. No había consuelo para él. Y ver a esos tíos tan grandes llorando me parte el corazón.

Con lo que he tenido unos días un tanto agridulces, y hoy promete ser mucho, mucho más tranquilo.




jueves, 23 de junio de 2016

El examen

El día 16 de este mes, mi peque se ha presentado al examen de acceso al conservatorio de música.




En realidad, no es un examen, sino varios.

Y la hora era maravillosa: las tres y media de la tarde.

Pasó un par de días nervioso, a ratos, porque ya sabéis que a los niños todo se les pasa y se les olvida si no se insiste mucho en ello.

Y llego el día.



Tuve que pedir una hora en el trabajo para acompañarle, porque no podía dejar que me lo llevara nadie. Aunque poca compañía le pude hacer.

Aquello estaba planteado como unas oposiciones. Al llegar se pasaba lista, se les pedía entrar con el DNI en la mano, y no les volvimos a ver hasta dos horas y cuarto más tarde. A los padres no nos dejaron pasar del hall.



Primero tenía las pruebas de lenguaje musical, que eran cuatro (os lo cuento para los que no sepáis de esto, como yo hace unos meses): un dictado en el que alguien toca el piano y ellos copian la partitura; unos ejercicios prácticos; una partitura para cantar y otra partitura para solfear.

Cuando salió de los dos primeros, nos vinieron a decir que estaba muy contento, que le habían salido muy bien. Fue el pianista que le iba a acompañar en la prueba de instrumento, que es muy majo y pensó que estaríamos nerviosos.

¿Nerviosa yo? A esas horas ya me subía por las paredes.




Después llegó la prueba del instrumento. Tenía que presentar un programa de estudios y obras e interpretar lo que el tribunal le dijera. Cuando presentó las partituras, alguien le dijo que no era exactamente lo que pedían. Y él se echó a llorar. Y lloró y lloró, y siguió llorando mientras tocaba, y seguía cuando todo terminó y salió del examen.

El pianista nos insistió en que lo había hecho bien, pero en ese momento ya me daba igual. Me parecía imposible que hicieran pasar por un proceso así a un niño de 10 años, y más que nosotros hubiéramos estado de acuerdo.

El disgusto se le pasó en diez minutos, o menos, pero a mí no. No he dormido nada estos días y he estado muy nerviosa.

Ayer salieron las notas. Y ha aprobado.



Ahora lo pienso fríamente, y sé que es algo que él quiere, pero no sé si hemos hecho bien en no quitarle la idea de la cabeza cuando insistió en que quería entrar al conservatorio.

En fin, que todo terminó bien. Y ahora empieza una nueva etapa. No sé cómo le irá el curso que viene, pero ya os contaré.


miércoles, 22 de junio de 2016

La jornada de lectura

El viernes estuvimos en el concurso del que os hablé, la jornada de lectura en voz alta en Valladolid.

Salimos del pueblo a las ocho de la mañana, y volvimos por la tarde.

Fue un día agotador, pero lleno de emociones. Y muchos nervios.

No ganamos, no. y tampoco es que hubiera un premio para el ganador, simplemente una mención.

Podría decir que tuvimos mala suerte, que nos tocó los últimos, que nos tocó un texto no muy agradecido, pero da igual; mis alumnos lo hicieron genial, muy bien. Y me sentí muy orgullosa de ellos.


Nuestra llegada a Valladolid, Monasterio del Prado.


Último repaso mientras desayunamos.


Mis chicos en la capilla-salón de actos donde tuvo lugar el recital.


Los nervios de última hora.


Preparados...



Somos los últimos, pero por fin llega la hora.

Y esa es la crónica de un día muy especial, que no olvidaremos nunca.



martes, 21 de junio de 2016

Evaluando

Hoy, mañana e incluso pasado mañana, estaremos evaluando a nuestros alumnos.

Ya sabéis lo poco que me gusta este momento: poner una nota a todo un curso, al trabajo de todo un año, es muy difícil.



Y eso que este curso, con la puesta en marcha de nuevos métodos, con la entrada de innovaciones llegadas de la mano de la LOMCE (que tiene muchas cosas malas pero alguna buena, creedme), para mí el resultado ha sido de muchos, muchos más aprobados que nunca. Porque mis alumnos han trabajado mucho en clase, han hecho proyectos, se han implicado más que nunca, y no se lo han jugado todo en los exámenes, ni mucho menos.



Así que de todos mis alumnos (poco más de setenta), cuatro grupos en total, creo que como mucho serán seis (u ocho, porque hay dos que tengo muy dudosos) los suspensos.



Me parece buen resultado, aunque siempre podría haber sido mejor.

Y os aseguro que los seis que suspenden lo hacen porque no han hecho nada de nada. Pero nada.

Estos dos días estaré aún más saturada de trabajo, pero es la recta final. En dos días se acabó el curso, y solo queda la burocracia, el papeleo, y las despedidas.


lunes, 20 de junio de 2016

Un juego de niños

Después de haber leído y disfrutado El jilguero y El secreto, tenía que leer esta novela de Donna Tartt.

Además, Dina la recomendó fervientemente, así que estaba deseando tener un rato (largo, eso sí) y ponerme a ello.



Título: Un juego de niños.
Autora: Donna Tartt.
Editorial: Lumen.

La novela es muy larga, y se me ha hecho muy larga. Está muy bien escrita, lo reconozco, pero me ha parecido que no pasaba nada en toooooooda la novela.

Vamos, que me ha resultado un tostón. Pero siempre digo que a veces las novelas no te encuentran en el momento adecuado. Y en este caso estoy seguro que no era el mío. Quizá en el verano, relajada, le habría encontrado más sentido. Pensándolo bien, creo que no.

¿De qué trata? Pues no sabría decirlo muy bien. La historia trata de la muerte de Robin, un niño, en circunstancias extrañas. Años después, su hermana Harriet se empeña en desvelar el misterio de la muerte de su hermano.

Pero en realidad no trata de eso. Es una especie de retrato del sur de Estados Unidos, de una familia tradicional, llena de mujeres, y otra pobre familia de desharrapados, formada por hombres. Y en medio esos niños, que van y vienen a veces sin mucho sentido.

Esta escritora narra muy bien, con todo detalle, los personajes están muy bien construidos, pero a mí me ha dejado indiferente todo el tiempo lo que les pasara, no me ha transmitido nada.

Vamos, que he estado leyéndola dos meses (más bien tres), y me ha resultado un verdadero calvario. Además, la he terminado por cabezonería, porque dije que la terminaba, ahora que había perdido tanto tiempo con ella, a ver si de verdad, al final, había algo que mereciera la pena.

No se la recomiendo a nadie. Lo siento.

¿La habéis leído? ¿os ha gustado?


domingo, 19 de junio de 2016

Caminando

Terminados todos los proyectos, terminadas las horas de estudio con el peque, los nervios de los exámenes del mayor, de repente no sabía qué hacer con mi vida resulta que tengo algo de tiempo libre.



Y he vuelto a salir a caminar.


Lo echaba mucho de menos.

Mi aplicación de runstatic me ha dicho que no salía desde noviembre.

Y seguro que tiene razón.



Así que, entre eso y que he empezado a aplicarme esto...



se me va a poner un cuerpo de escándalo.

Ya veréis, ya...

sábado, 18 de junio de 2016

Después de...

Hemos tenido unos días de enormes nervios y tensiones.



El examen del niño, que no salió todo lo bien que esperábamos.

Los exámenes finales del mayor.

La preparación para el recital de lectura con los alumnos.

El final de curso, y mis alumnos haciendo fiestas sorpresas y regalándome cositas.

Todo eso, y un catarro que me ha dejado hecha un asco.



Así que, después de todas esas tensiones, hoy estoy por los suelos. Me he levantado más tarde de las diez, y no recuerdo cuando fue la última vez que me quedé en la cama hasta esa hora.

Y estoy en modo lento, muy lento.



Así que no tengo mucho que contar por aquí.

¿Y vosotros? ¿Cómo se presenta vuestro fin de semana?


viernes, 17 de junio de 2016

¡Nos vamos!

En unos minutos, salgo camino del instituto. Allí nos estará esperando un autobús para llevarnos a Valladolid.



Hoy participamos en un Recital de Lectura en Público, allí, en la Consejería de Educación. Llevamos a cinco alumnos seleccionados porque sabían leer son los que mejor leen.




No se trata solo de un recital, sino también de un concurso. Nuestros alumnos se medirán con otros de las distintas provincias de la comunidad y habrá premios para los ganadores.

Nosotros partimos en desventaja, simplemente porque mis alumnos, bercianos para más señas, tienen un fuerte acento entre gallego y asturiano que hace difícil a veces oírles leer, y entenderles. Y eso que sus profes estamos acostumbrados, pero cuando lleguemos a Valladolid les va a sorprender y van a pensar que somos infiltrados de otra comunidad.



Se supone que es un acto institucional, que habrá un jurado compuesto por miembros del periódico El Norte de Castilla y que la cosa es seria. Pero nosotros vamos a ver cómo es eso.

Primero nos sentimos halagados porque nos hubieran escogido, ya que solo va un instituto por provincia, pero luego nos ha costado un montón sacar tiempo para ensayar los textos y prepararnos.

Y queremos hacer un buen papel.



Pero, sin olvidar lo principal, que son ellos, los chavales, así que la consigna es pasarlo bien, vivir la experiencia y disfrutarla.

Ya os iré contando, y si hoy me pongo pesada en IG y TW, no me lo tengáis en cuenta.

jueves, 16 de junio de 2016

Las exposiciones orales

En la última semana, mis alumnos han estado realizando las exposiciones orales correspondientes a este trimestre.

Esta vez eran de tema libre, como al final del curso pasado.

Me han hablado, como siempre, de deportes: kárate, muay thai, fútbol... de deportistas, sobre todo de fútbol y futbolistas...



De música, de cantantes y grupos. He conocido, como siempre, grupos y cantantes que desconocía totalmente.



Youtube y youtubers.


Videojuegos que cambiaron el mundo.



Videojuegos específicos como el Lol y el Wow, Pokémon, Halo...



Escritores y libros.

De perros y de por qué algunos están calificados como peligrosos.




De cosas extrañas, para mí, como el Airsoft.

Un par de ellos me han hablado de su pueblo...

Ha habido también un montón de temas interesantes y distintos:

Los inicios de los ordenadores e internet.

¿Realmente llegó el hombre a la luna?



La explotación laboral.

Por qué es necesario el feminismo.



El maltrato animal.

Películas que emocionan.



Y otros un poco truculentos como:

Los experimentos en los campos de concentración nazis.

Las torturas medievales.

Y muchas, muchas cosas más.

¿Sabéis qué? Año tras año, veo chavales cada vez más comprometidos con un montón de temas, chicos que en clase no participan, o que no se interesan por mi materia, pero en las exposiciones orales, y principalmente en estas de tema libre, lo dan todo, y hablan durante horas (les dije que veinte minutos cada uno y alguno ha estado dos clases completas) sobre cosas que les apasionan, de las que saben, y solo necesitamos escucharlos para darnos cuenta.