martes, 31 de mayo de 2016

Mi experiencia con el Whole30 (3)

No, esto no se va a convertir en una sección fija, pero tenía que contar por aquí cómo me ha ido este mes con el Whole30.



Por si alguien no sabe de lo que hablo, mirad estas dos entradas.

Mi experiencia con el Whole30.

Whole30 (2)

Como tengo que ser sincera, os diré que, casi recién empezado el mes, me lo salté con todo el equipo. Eran las fiestas de mi pueblo, todo lo que había preparado mi padre no podía comerlo, ya había ido el fin de semana anterior armada de tupers, este no me dio tiempo y tenía hambre, así que comí de todo, de todo lo que no tenía que comer.



Y luego he seguido como si nada hubiera pasado.

Por lo tanto, en realidad llevo tan solo veinte días seguidos esta vez, porque en todo lo que he leído sobre esta forma de comer insisten en que si te lo saltas, tienes que volver a empezar.



Aún así, en estos veinte días, después de haberlo hecho ya un mes antes, he seguido notando ciertas cosas:

- que las comidas me sientan muy bien. (por si no lo sabéis, tengo ciertos problemas de estómago)

- que estoy mejor cuando ceno, aunque no tenga hambre, que si me salto alguna comida.

- que si abuso de los frutos secos, aunque me sientan estupendamente, me siento más pesada y más llena todo el día (vamos, lo lógico, pero a veces no sé qué comer a media mañana y como frutos secos, y aunque sean poco, luego no tengo hambre a la hora de comer)

- que me resulta muy fácil hacer esta "dieta" siempre que el fin de semana organice un poco las comidas y me dedique a preparar verduras asadas, pisto, champiñones y ese tipo de comidas de acompañamiento.

- que resulta mucho más difícil si sales a comer fuera, pero mucho, mucho.

Después de estos días, puedo deciros que he seguido bajando peso, aunque no tanto como el mes pasado, pero eso ya lo esperaba.



En este mes (o veinte días, depende de cómo lo mires) he bajado 2 kilos, que es poco, pero he seguido bajando, así que solo me quedan  3 o como mucho 4 para mi objetivo final.

A partir de ahora...

Pues os diré que mañana es mi cumpleaños, y que una solo cumple 43 una vez en la vida, así que me voy a olvidar de todo y voy a salir a comer o cenar por ahí.



Y luego quiero que haya algunas cosas permanentes en mi vida:

- la leche no va a volver a mis desayunos, y tampoco el pan, al menos de momento, que quiero seguir bajando peso. Lo del pan es lo que más siento, la verdad.

- tampoco tengo ninguna necesidad de azúcar ni alimentos azucarados. El cuerpo no me lo pide y no se lo voy a dar.

- quiero probar a tomar algo de queso de vez en cuando, e ir viendo cómo me sienta y si afecta a mi peso o no.

- las legumbres, de momento, y además con el buen tiempo, como pocos garbanzos o lentejas, así que no los echo de menos. Pero tampoco es algo que quiera eliminar de mi dieta. Lo iré viendo poco a poco.



Por lo que el mes de junio quiero seguir más o menos como hasta ahora, porque me siento bien, no me siento a dieta, salvo cuando veo pan, que no puedo evitarlo, porque me pierde. Me gusta cómo me sienta y lo fácil que me resulta comer de esta forma. Nada de estar débil o de mala leche, nada de morirme de hambre antes de comer, nada de privarme de cosas que me gustan (excepto el pan, repito, que lo echo mucho de menos).


lunes, 30 de mayo de 2016

Sucedió en mayo

Empezamos mayo un poquito cuesta arriba, por exceso de trabajo, porque eran las fiestas de mi pueblo, porque teníamos muchos deberes y mucho que estudiar... Y luego me parece mentira que ya se termine mañana, a pesar de que me ha dado mucho de sí.


En este mes he rematado un montón de proyectos. Vamos, que me he pasado las tardes en el ordenador. Me encanta que las cosas vayan terminando, pero siempre apuro hasta el último momento. No lo puedo evitar... Hace tan solo unos días os he hablado de uno de los proyectos terminados, pero hay más.



Y ha sido un mes finalmente muy corto.

Me he dedicado a Juego de tronos, por supuesto.



Y también a ir terminando la temporada de The good wife. Os tengo que hablar del final, por cierto.




He visto pocas películas. Cuando no se puede, no se puede... Pero han sido españolas, cosa rara...

Palmeras en la nieve.



La novia.



Y he leído muy poco.

La reina roja.

La amiga estupenda.

Poesía completa de Cavafis.

El jardín de las palabras.

Martes con mi viejo profesor.

He cocinado mucho y variado, pero no he hecho recetas que requieran elaboración, o nuevas, así que solo puedo hablar de este pescado en tempura del que os hablé hace unos días.



Y creo que eso es todo...

domingo, 29 de mayo de 2016

Cabaret maldito

Nunca había estado en un cabaret y solo lo conocía a través de las películas.


Pero ayer tuve la oportunidad de asistir a uno. Y además con amigas.



Y aún me estoy riendo.



Lo pasamos genial, nos reímos muchísimo, disfrutamos un montón del espectáculo, pero también de la provocación al público, de la improvisación, de esos hombres y mujeres de cuerpos de escándalo...

Y hoy, a pesar de tener miles de cosas que hacer, tengo la mente en lo de ayer, en lo bien que lo pasamos y en cuándo quedamos la próxima.


sábado, 28 de mayo de 2016

Reto Wild Readers

Me he apuntado a un reto literario para el próximo mes de junio. Es un reto muy fácil y lo he encontrado en el blog Spiraling.


Se trata de elegir al menos una de estas tres categorías y leer un libro perteneciente a ella. Eso, o las tres, si quieres. Por eso resulta bastante fácil de llevar a cabo y, a pesar de ser fin de curso, me he apuntado.



Os copio literalmente del blog que os he enlazado arriba cuáles son las categorías:


a) Un libro que lleves años postergando su lectura (o lo que es lo mismo: un eterno título en la fila de pendientes).

Todos tenemos libros sepultados en el olvido y que siempre apartamos porque un nuevo libro (más bonito y seductor) se acerca a nosotros y nos come la oreja.

b) Un autor/a a quien le tengas miedo/respeto. O un género del que nunca hayas leído nada.

Un buen ejemplo de esta categoría sería Tolkien, un autor que debido a su narrativa más lenta y densa infunde respeto (o miedo) a los lectores.

c) Una segunda oportunidad a un autor que no te haya gustado.

Las segundas oportunidades son difíciles de dar, sobre todo si han sido precedidas por una mala experiencia. Pero, ah, en muchas ocasiones un nuevo intento, con otro libro, puede traer consigo una grata sorpresa.




No se trata de nada complicado para cumplirlo, así que me he decidido porque tengo que darle un empujón a mis lecturas.

viernes, 27 de mayo de 2016

Un proyecto

Una de las múltiples cosas pendientes que tenía para este trimestre era hacer un proyecto con mis alumnos.



El proyecto lo planteé relacionado con el Plan de fomento de la lectura y tenían que pensar en estrategias, ideas... para realizar ellos mismos dentro de ese plan.

Lo he hecho con unos alumnos de tercero de la ESO que se quedaban solos durante 8 días al marcharse sus compañeros a Inglaterra de viaje de estudios.

Cuando planteas estas cosas, sobre papel imaginas algo y lo que sale no es siempre lo planeado. Pero ha habido entusiasmo por su parte, y finalmente han salido dos actuaciones diferentes:

- Un grupo de alumnas se decidió por hacer una edición de Bookcrossing en el instituto. Lo realizaron durante la semana del libro (del 18 al 22 de abril).



Dejaron durante esos días unos libros escondidos en el centro, en diferentes lugares, y el que lo encontrara debía avisar de ello y leérselo (si quería) y comentar en un panel que habilitaron para ello. El siguiente paso era volver a soltar el libro una vez leído o devolverlo a la biblioteca.

La experiencia ha sido positiva hasta cierto punto.


- El otro grupo se empeñó en hacer un graffiti en el centro que fomentara la lectura entre los alumnos.

Fue un reto complicado, porque el instituto es de ladrillo y no encontrábamos una pared adecuada para hacerlo, hasta que finalmente la directora nos dejó utilizar la pared de la escalera principal.

Ha sido difícil llevarlo a cabo, y nos ha llevado mucho tiempo, pero finalmente el resultado, sin ser perfecto, no es del todo malo.



Eso sí, he terminado hasta los pelos de este grupo de alumnos. Y no porque sean malos, ni mucho menos, es porque hemos pasado juntos una semana, toda la mañana, sin separarnos ni un momento, codo con codo, hora tras hora, y ha sido totalmente estresante. Me he acordado muchísimo de los profes de primaria, que pasan tantas horas con los mismos alumnos. Tenéis el cielo ganado...

Como memoria del proyecto, he preparado este vídeo que me ha costado la misma vida, porque no se me da nada bien esto de editar imágenes y es lo mejor que he podido hacer después de muchas horas, así que no me lo tengáis en cuenta.








jueves, 26 de mayo de 2016

El jardín de las palabras

Hace muy poco, buscando libros para mis alumnos, me topé con una recomendación de este libro que me gustó bastante. Y me lo compré inmediatamente.



Título: El jardín de las palabras.
Autor: Maroto Shinkai, Midori Motohashi.
Editorial: Milkyway ediciones.

No se trata de uno de esos mangas con cientos de tomos, ni es de acción, ni hay sangre, ni fantasía. Es simplemente una historia de amor cocinada a fuego lento. Una historia muy bonita que me ha sorprendido gratamente.


Y ahora sé que hay una película, y la voy a ver.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Nuevo en mi cocina

Me gusta mucho experimentar con la comida, y probar cosas nuevas. Creo que esto siempre ha sido así.



Cuando salgo a comer fuera, me llaman la atención los lugares donde puedo comer algo que nunca he probado. Y siempre pido platos que no me haría en casa. No entiendo mucho a las personas que salen a comer por ahí y van a lo seguro, a los macarrones, o las lentejas, que es lo que comen normalmente en sus casas, por miedo a que no les guste lo que piden.



Pues bien, en los últimos tiempos, he ido probando algunos productos nuevos en mi cocina.

Las batatas, que nunca había probado en ningún sitio ni había comprado. Desde hace un par de meses tengo siempre un par de ellas en casa, para asar con verduras, para acompañar a distintos platos hechas al vapor, y el otro día se las hice fritas a mi hijo mayor, y le encantaron.


La leche de almendras. He probado la leche de coco y la de almendras, y esta última de distintas marcas, y que quedo con esta, que está muy suave y no tiene azúcar. Muchas mañanas me la tomo con una infusión y me gusta mucho. Al principio echaba de menos el café, y se lo eché a esta leche, pero no me gustó, y tampoco con la de coco, así que he dejado el café, que tampoco me sentaba muy bien, y ahora con esta bebida me encantan mis desayunos.


Los dátiles medjoul. De esto tiene toda la culpa Anita. Los compro en el Lidl una vez a la semana, y me llevo un par de ellos para almorzar algunos días al cole. Otras veces si tengo hambre a media tarde me como uno. Están buenísimos.


No tienen mucho que ver con los dátiles normales que nos venden. Estos son muy carnosos y muy dulces. Los tomo con mantequilla de cacahuete.


El aceite de coco. Esto es lo último que me ha llegado tan solo la semana pasada. Y no sé aún qué usos le voy a dar. Me he hecho la tortilla de la mañana con él y le da un sabor muy bueno. Iré probando a ver qué combinaciones me gustan con este aceite, aunque es muy caro, y creo que usaré en contadas ocasiones.


martes, 24 de mayo de 2016

Respuestas de mis alumnos

De mis alumnos y de todos los alumnos del mundo mundial.

Los lunes por la mañana tienen tanto que contarse que todo lo que les digas da igual, lo importante es lo que dice su compañero.



Varios alumnos están hablando, nombras a uno y le pides, por favor, que guarde silencio. Es muy raro que lo haga, sin más, siempre contesta:

- Pero prooofeee, si él también estaba hablando...


Esto ya os lo he contado, me ha pasado más veces, y creo que a todas las profesoras les ha ocurrido en algún momento. Alumno concentrado con sus tareas, levanta la mano para llamarte y lo que sale de su boca es:

- Mamaaaaaá.


Alumno que levanta la mano excitado.

- Prooofeeee, prooofeee.

- ¿Quéeeeee?

- Se me ha olvidado.

Estás en medio de una explicación y tus alumnos se ponen a recoger, lo guardan todo, meten las cosas en la mochila y tu sigues hablando a la nada.


Te miran, se sonríen, no dicen nada, y mientras tú les obligas a sacarlo todo de nuevo, toca el timbre.

De veras, a veces me gustaría aprobarlos a todos, pero luego veo lo que ellos hacen, o no hacen, y se me pasa enseguida.

lunes, 23 de mayo de 2016

Mi peluchín

Hace días os presenté en IG al nuevo miembro de la familia.


Vino con disgusto incluido. Bueno, quizá no sea para tanto y esté exagerando, pero de verdad que me disgusté un poco.

Os cuento. Siempre he tenido gato en casa. En realidad, siempre he tenido gatas, desde que era muy pequeña.



La última me la regaló mi padre antes de marcharse de casa (mis padres se separaron cuando yo tenía 22 años) y murió hace ya unos años, pero no nos habíamos decidido a tener otra gatita porque lo pasamos bastante mal. Quien tiene en casa animales sabe lo que es este tema.

Pues bien, llevamos ya una temporada pensando que si perro, que si gato, que si adoptamos, que si compramos... Y habíamos avisado en varios lugares para que nos dijeran si encontraban una gata para nosotros.



Después de mucho tiempo, aparece una señora que dice que tiene una gata, mezcla de siamesa, pero que es muy buena y muy bonita. Nos manda unas fotos, y nos parece bien.

Cuando mi chico va a buscarla, se da cuenta de que es un gato, pero no le da importancia y se lo trae a casa. Y yo no quiero gatos en casa. No solo porque no me gustan, y ya tengo tres tíos sin necesidad de meter a otro más. Es que los gatos huelen fuerte, marcan el territorio y yo vivo en un piso.



El caso es que no voy a echar al gato de casa por ser un gato, pero nos han engañado vilmente y nos hemos dejado. Os diré que la señora nos lo regaló, aunque cría gatos, porque no es de raza y porque creo que, al ser chico, no se lo endosaba a nadie.



Bien, pues he discutido con mi chico a cuenta de esto, y mucho. Y no es que quiera echar al gato de casa, pero era algo que me hacía mucha ilusión, tener de nuevo una gatita, y ahora ha dejado de ser ilusionante para mí. Supongo que se me pasará, pero estoy cabreada, con todos en general. Aunque el gato no tiene culpa de nada.

El caso es que mis hijos están encantados. Y he visto, en estos pocos días, que algo he debido de hacer bien con mis hijos (no creáis, que muchas veces lo dudo). Porque veo el cariño que muestran al animalito, las caricias, y la forma de tratarle, los cariñitos que le dicen, y reconozco mis palabras en boca de ellos, reconozco mi forma de tratarles a ellos en la forma en que ellos tratan al gato; porque soy muy cariñosa y pesada, de esas que están todo el día besuqueando y tocando y piden cariños constantemente. Y ver que mis hijos son así con el gatito me hace bastante feliz.

A pesar de haber metido a un cuarto tío en mi domicilio... grrrrrrr.


domingo, 22 de mayo de 2016

Pescado en tempura

No hago muchas recetas últimamente. Y no es que no cocine, porque estoy cocinando mucho, pero mucha verdura, y ensaladas y cositas sencillas, así que al final no sigo muchas recetas.



Pero hace unos dias hice pescado en tempura, por cambiar y no hacerlo siempre igual. Y os animo a hacerlo si no habéis probado, porque queda muy rico y crujiente.

Esto en realidad no es una receta, porque no tiene ningún misterio.

Primero, corté los filetes de pescado (merluza congelada) en trozos pequeños.


Después, eché en una fuente una cerveza.


Y la fui mezclando con harina (se me había terminado la harina para tempura, así que mezclé harina de trigo y harina de maíz).


Cuando la textura de la masa sea como una crema, podemos empezar a pasar el pescado (salpimentado) por la mezcla, y freírlo en abundante aceite.


Enseguida se ve que van quedando muy crujientes.


Lo sacáis a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y ya está.


A mis chicos les gusta mucho. Y así soy capaz también de que coman verduras. Sigo el mismo proceso, pero con palitos de pimiento, cebolla, zanahoria, berenjena y calabacín crudos. Quedan buenísimos.

viernes, 20 de mayo de 2016

Lugares que quiero visitar: Nueva York

Nueva York es mi ciudad soñada desde hace mucho tiempo.



Y tiene tanto que ver que no me cabría en un post, ni en diez.



Tengo pensadas tantas cosas que voy a empezar a apuntarlas para cuando vaya.



Y hace ya tiempo que he empezado a ahorrar, poco a poco, para ese viaje.



Porque mi hijo mayor dice que él no se lo pierde, y entonces ya nos toca ir a todos. Y cuatro personas solo con el vuelo ya sale por un montón.



Además no tengo la posibilidad de ir en temporada baja. Solo puedo ir en vacaciones de verano o de Navidad (una desventaja que tenemos los profesores y de la que nadie se acuerda nunca).



Y, ya que vamos, quiero estar unos cuantos días.



Así que no hago más que mirar precios y pensar en el tiempo que me queda para cumplir ese sueño.



Espero que no sea mucho.



Mientras tanto, estoy deseando vuestras recomendaciones para ir apuntándolas.

¿Qué me decís? ¿Qué es imprescindible y qué puedo dejar a un lado?