Esta vez la propuesta es diferente, y me encanta.
Y ahí van mis propósitos. Voy a ser ambiciosa. Porque si me propongo cuatro cosillas completamente realizables, la cosa no tiene gracia. Mis propósitos serán del todo realizables, pero complicados en algunos casos...
Los voy a numerar, aunque no estén colocados por orden de prioridades.
1. Ir a un spa.
Nooo, nunca he estado en un spa, ni me han dado un masaje en condiciones (sólo mi torturador). Es muy triste hacer esta confesión, pero creo que en este año tiene fácil solución...
2. Leer mucho.
No me propongo un número de lecturas. Para eso hay por ahí un montón de retos literarios. No se trata de eso, sino de ver al final del año si he tenido tiempo y ganas para leer todo lo que me gustaría.
3. Dedicar (de verdad) tiempo de ocio a mis hijos.
Esto me lo propuse al empezar el año. Les dedico mucho tiempo a mis hijos, pero a veces son solo ratos de deberes, lectura, baños, cenas... Quiero pasarlo bien con ellos más a menudo.
4. Ir a Nueva York.
Esto es un sueño que se repite desde hace ya unos años. Pero no hay manera de que se cumpla. Pero tengo el presentimiento de que en este año sí se va a cumplir.
5. Viajar muuuuucho más.
No es el mismo que el de Nueva York, que ya se ha convertido en obsesión. Tengo preparadas ya un par de escapaditas, por España, y al menos una al extranjero, y espero que todo vaya bien y que podamos conocer nuevos lugares.
6. Ir a un curso de pan de Ibán Yarza.
Para los que no lo conozcan, Ibán es el gurú de los panarras caseros, de los que hacemos el pan en casa habitualmente. Ha revolucionado el mundo del pan desde su blog. Hace muchos años que le sigo, y hago mi pan, pero un poco de aquella manera. Y quiero que Ibán me enseñe a hacer masa madre y a amasar el pan como un buen panadero (aunque sea casero) debe hacerlo.
7. Hacer un curso de caligrafía antigua.
Hace tiempo que estoy un poquito obsesionada con aprender caligrafía. Sé dónde puedo hacerlo, y sólo me falta el momento para ir, que en mi caso es lo más difícil.
8. Vaaaaaale, adelgazar.
No iba a decirlo, pero creo que, siendo sincera conmigo misma, querría perder unos kilillos este año. No me lo he planteado aún, ni estoy a dieta, pero creo que es el momento de la operación bikini, porque lo de ahora podríamos llamarlo operación mono de esquí...
A propósito de esto, ¿alguna vez os habéis reído a carcajadas vosotras solas mientras coméis una triste ensalada? Yo no, que yo recuerde.
9. Ser más organizada.
Estoy intentándolo, poniendo todo de mi parte para no dejar todo hasta el último momento, para que los sábados la limpieza no sea un martirio de toda la mañana porque el resto de la semana no hemos hecho nada, por no preparar los exámenes de mis chicos el último día por la noche, y hacer las fotocopias en el último momento.
10. Salir más.
Ya lo comenté en mis propósitos de Año Nuevo. Me gustaría empezar a salir un poquito más de casa, ahora que mis hijos son más mayores. Con ellos y también en pareja y con amigos. Creo que hace aaaaños que no salgo por ahí con mi chico, a bailar, a disfrutar de la noche. Y también se trata de salir al cine, al teatro, o simplemente a dar un paseo.
11. Cuidarme, o, mejor dicho, empezar a cuidarme.
Soy de las que se compra cremitas pero luego no se las da. Y tengo que empezar a cuidarme porque este año cambio de década, y los años no perdonan.
12. Guardarme momentos para mí misma.
Me gustan tantas cosas, y tengo tan poco tiempo, que he decidido que en casa deben respetar mis momentos, y dejarme tranquila con mis cosas. No sólo el blog, que lleva su tiempo, pero es un tiempo que disfruto mucho, sino otras cosas como el dibujo, los bordados, el punto, las manualidades...
13. Tener una casa de muñecas.
Ya sabéis los que pasáis de vez en cuando por aquí que me encantan las casas de muñecas. Y quiero hacerme con una, o empezar un proyecto relacionado con una casa de muñecas, en breve. Os seguiré informando.